viernes, 12 de febrero de 2010

Me harán un santuario

Introducción

¿Para qué construir un santuario? ¿Qué razones tenía Dios para pedirle a Moisés que construyera un santuario en el desierto?

La primera razón está directamente respondida en Éxodo 25:8 “Después me harán un santuario, para que yo habite entre ustedes.”

El máximo deseo expresado de Dios con relación al hombre es habitar en medio de su pueblo. La promesa de Dios a través del profeta Isaías había sido “«La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»)” (S. Mateo 1:23 RV60). La promesa de Cristo en S. Juan 14:3 así lo expresa también: “Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté.”

Pero existe otra razón, no tan directamente expresada: el santuario es un recurso didáctico para aprender el plan de Dios para la salvación. Los primeros alumnos con quienes se usaría este recurso eran el pueblo de Israel.

Dios amaba a ese pueblo y estaba dispuesto a cumplir su promesa hecha a Abram más de 400 años antes. “El Señor le dijo: —Debes saber que tus descendientes vivirán como extranjeros en tierra extraña, donde serán esclavizados y maltratados durante cuatrocientos años… En aquel día el Señor hizo un pacto con Abram. Le dijo: —A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el Éufrates” (Génesis 15:13,18)

Este pueblo recién había sido liberado de la esclavitud en Egipto. Era un pueblo al cual no se le había brindado oportunidades de educación. No habían tenido mucha oportunidad de aprender a razonar, pues lo único que se les exigía era obedecer las órdenes de los amos egipcios, sin derecho de réplica. Tampoco se les reconocían sus derechos humanos. Y tantos años habían pasado en ese país que ya no tenían una religión propia. Habían sido fuertemente influenciados por las creencias de sus opresores.

¿Cómo enseñarles del amor de Dios? ¿Cómo explicarles que Dios no quería que vivieran para siempre como esclavos, sino como quienes habían sido liberados? Se antoja una tarea muy difícil, pero Dios sabía el cómo. Por eso dio instrucciones detalladas de cómo construir el santuario y además le dio a Bezaleel (el arquitecto principal) “sabiduría, inteligencia y capacidad creativa para hacer trabajos artísticos en oro, plata y bronce, para cortar y engastar piedras preciosas, para hacer tallados en madera y para realizar toda clase de artesanías. Además, he designado como su ayudante a Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, y he dotado de habilidad a todos los artesanos para que hagan todo lo que te he mandado hacer” (Éxodo 31:3-6).

Así es como el Santuario resulta un medio para aprender del amor de Dios y el camino de la Salvación.

Gracias por escribir sus comentarios. Continuará la próxima semana…


Todos los textos de la Biblia, excepto cuando se indica lo contrario, han sido citados de la Nueva Versión Internacional publicada por la Sociedad Bíblica Internacional en 1979.

No hay comentarios: